Degustando la Prohibición
La penalización de los delitos que no son tales se da en paralelo a la actividad empresaria plena de los peores mafiosos. Esta es la Argentina de la prohibición, y no es un lugar justo ni digno para vivir.
La penalización de los delitos que no son tales se da en paralelo a la actividad empresaria plena de los peores mafiosos. Esta es la Argentina de la prohibición, y no es un lugar justo ni digno para vivir.
Correa debe darse cuenta de que podrá aspirar a más poder y control total de sus ciudadanos, pero no lo hará por mucho tiempo. Los individuos tienen la oportunidad de rebelarse cuando la fuerza bruta y despreciable del Estado atenta diariamente contra quienes le dan sostén. Los tiranos no son eternos.
La verdadera inmoralidad está en las sucias manos del Estado y sus cafichos de turno, promiscuas manos que se empeñan en meterlas en los más íntimos fueros de los individuos, violando la más básica de las libertades humanas, sobre el propio cuerpo.
Difamar es aún más ético que la censura pues reconoce que somos libres de creer o no; la arrogancia de los mercenarios de la honorabilidad afirma que todos somos esclavos mentales de todos.
Es un notable cuento distópico del escritor norteamericano de ciencia ficción Kurt Vonnegut, publicado en 1961, llevado a la pantalla en cuatro ocasiones y donde satiriza el igualitarismo, la mediocridad como norma social y la servidumbre voluntaria de las personas ante un gobierno totalitario.
De los 9 países principales “enemigos de internet” en el mundo 4 son comunistas (China, Cuba, Corea del Norte y Vietnam) y 5 son islámicos (Arabia Saudita, Irán, Uzbekistán, Siria y Turkmenistán), según un informe de la organización Reporteros Sin Fronteras.